Los planes que ella y yo habíamos hecho, mis sueños (que ahora no se si eran realmente mios), lo que esperaban su amigos y los mios...todo desaparece ante mis ojos, como un dibujo hecho con lapices de colores al que, de pronto, le cae agua.
Todo se borra, los colores antes brillantes y vivos se mezclan y se confunden, se disuelven...la casita de techo rojo, la sagrada y perfecta familia...todo.
Todo se borra, los colores antes brillantes y vivos se mezclan y se confunden, se disuelven...la casita de techo rojo, la sagrada y perfecta familia...todo.
Y es que lo que crei que queria ya no quiero, lo que pensé que me haría feliz solo me oprime.
Porque te encontré, porque sentí...si, sentí con el corazón y no sólo con mi cuerpo.
Porque dejé atrás los rituales, me olvidé de las formas y acepté tomarte de la mano y dejar que todos me vean, que nos vean...
Pero lo que digan, sus insultos, sus silbidos, sus burlas...no me importan.
Te quiero aunque ellos no certifiquen ni bendigan nuestros planes, aunque nuestra casita no la dibujen los niños y nuestra familia no sea sea perfecta y sagrada.
Te quiero y ya nada más importa.
Porque dejé atrás los rituales, me olvidé de las formas y acepté tomarte de la mano y dejar que todos me vean, que nos vean...
Pero lo que digan, sus insultos, sus silbidos, sus burlas...no me importan.
Te quiero aunque ellos no certifiquen ni bendigan nuestros planes, aunque nuestra casita no la dibujen los niños y nuestra familia no sea sea perfecta y sagrada.
Te quiero y ya nada más importa.