Concéntrate, debes concentrarte. TIENES que concentrarte.
NO, No desvíes la mirada del libro. Repite una y otra vez el versículo. Repítelo!
Sabes bien que si no crees no podrás lograrlo. Sabes bien que si no crees, nunca entrarás al Paraíso.
- ¿Paraíso? Pero, ¿qué hay para mí en el Paraíso?
Deja las dudas, la perfección no es para los sabios, ni para os filósofos, la perfección es para los CREYENTES.
- Si, para los creyentes.
Cree.
- Creo.
“el amor de las mujeres es abominable a los ojos de Dios. Sólo el amor de un hombre puede hacer a un hombre digno dela perfección y abrirle las puertas al Paraíso”
- Si Dios abomina a las mujeres ¿por qué las creó? ¿para qué las creó? No entiendo.
Nada tienes que entender. Tú lo sabes, sabes que el Señor envía pruebas a los que ama. Por eso te hizo sentir ese estremecimiento al ver los cabellos de Katrina caer sobre su pecho turgente y suave. Por eso le hablaste y por eso la tocaste y no pudiste evitar besarla al ver como se sonrojaba cuando pasabas tu mano sobre su brazo, tan blanco y delicado.
“el amor de las mujeres es abominable a los ojos de Dios. Sólo el amor de un hombre puede hacer a un hombre digno dela perfección y abrirle las puertas al Paraíso”
Lee. Lee y repite hasta que no tengas duda. Cree, porque si no crees el destino de tu alma será arder en el infierno, luego que tú y Katrina perezcan lapidados por haber cometido el horrendo pecado de desafiar la voluntad de Dios.
No te resistas. Sabes que para mí no hay secretos. Somos uno. Convéncete: NO HAY ESPERANZA, NO HAY LA MENOR ESPERANZA para ella y para ti.
El calor que sentías en tu pecho cuando ella te miraba, el sonido cristalino de su voz que te recordaba el fluir de un manantial entre las rocas, su delicado perfume de violetas…DEBES OLVIDARLO. DEBES OLVIDARLO TODO o no pasarás la prueba.
Si fallas, te habrás condenado. La habrás condenado
Y a pesar de todo te resistes…tu corazón pretende dominar a tu mente.
Si, mejor duerme, duerme y recupera fuerzas. Cuando el sol salga tendrás que demostrar tu entrega al Señor y tendrás que hacerlo con alegría.
Duerme, cerremos los ojos.
(……….)
Es imposible que nada te importe! Es imposible que prefieras la muerte!.
¿Por qué, por qué quieres callarme?
No, No vas a callarme.
“el amor de las mujeres es abominable a los ojos de Dios. Sólo el amor de un hombre puede hacer a un hombre digno dela perfección y abrirle las puertas al Paraíso”
RECUERDALO!
Perderás tu alma, te condenarás ternemente por una noche de placer.
La buscas...a pesar de lo que digo.
Te deslizas en su alcoba y en su lecho y no puedo detenerte.
Parece que no me escuchas, parece que ya no oyes mi voz.
(……….)
Tenías razón. Unas horas en sus brazos valen la eternidad entre leones que pastan rodeados de corderos, el sabor de sus labios es mejor que el de los ríos de ambrosía y las fuentes rebosantes de miel de la Arcadia celeste.
Tenías razón. Si por esto hemos perdido el Paraíso, si por esto hemos caído de la gracia de Dios…que así sea.
NO, No desvíes la mirada del libro. Repite una y otra vez el versículo. Repítelo!
Sabes bien que si no crees no podrás lograrlo. Sabes bien que si no crees, nunca entrarás al Paraíso.
- ¿Paraíso? Pero, ¿qué hay para mí en el Paraíso?
Deja las dudas, la perfección no es para los sabios, ni para os filósofos, la perfección es para los CREYENTES.
- Si, para los creyentes.
Cree.
- Creo.
“el amor de las mujeres es abominable a los ojos de Dios. Sólo el amor de un hombre puede hacer a un hombre digno dela perfección y abrirle las puertas al Paraíso”
- Si Dios abomina a las mujeres ¿por qué las creó? ¿para qué las creó? No entiendo.
Nada tienes que entender. Tú lo sabes, sabes que el Señor envía pruebas a los que ama. Por eso te hizo sentir ese estremecimiento al ver los cabellos de Katrina caer sobre su pecho turgente y suave. Por eso le hablaste y por eso la tocaste y no pudiste evitar besarla al ver como se sonrojaba cuando pasabas tu mano sobre su brazo, tan blanco y delicado.
“el amor de las mujeres es abominable a los ojos de Dios. Sólo el amor de un hombre puede hacer a un hombre digno dela perfección y abrirle las puertas al Paraíso”
Lee. Lee y repite hasta que no tengas duda. Cree, porque si no crees el destino de tu alma será arder en el infierno, luego que tú y Katrina perezcan lapidados por haber cometido el horrendo pecado de desafiar la voluntad de Dios.
No te resistas. Sabes que para mí no hay secretos. Somos uno. Convéncete: NO HAY ESPERANZA, NO HAY LA MENOR ESPERANZA para ella y para ti.
El calor que sentías en tu pecho cuando ella te miraba, el sonido cristalino de su voz que te recordaba el fluir de un manantial entre las rocas, su delicado perfume de violetas…DEBES OLVIDARLO. DEBES OLVIDARLO TODO o no pasarás la prueba.
Si fallas, te habrás condenado. La habrás condenado
Y a pesar de todo te resistes…tu corazón pretende dominar a tu mente.
Si, mejor duerme, duerme y recupera fuerzas. Cuando el sol salga tendrás que demostrar tu entrega al Señor y tendrás que hacerlo con alegría.
Duerme, cerremos los ojos.
(……….)
Es imposible que nada te importe! Es imposible que prefieras la muerte!.
¿Por qué, por qué quieres callarme?
No, No vas a callarme.
“el amor de las mujeres es abominable a los ojos de Dios. Sólo el amor de un hombre puede hacer a un hombre digno dela perfección y abrirle las puertas al Paraíso”
RECUERDALO!
Perderás tu alma, te condenarás ternemente por una noche de placer.
La buscas...a pesar de lo que digo.
Te deslizas en su alcoba y en su lecho y no puedo detenerte.
Parece que no me escuchas, parece que ya no oyes mi voz.
(……….)
Tenías razón. Unas horas en sus brazos valen la eternidad entre leones que pastan rodeados de corderos, el sabor de sus labios es mejor que el de los ríos de ambrosía y las fuentes rebosantes de miel de la Arcadia celeste.
Tenías razón. Si por esto hemos perdido el Paraíso, si por esto hemos caído de la gracia de Dios…que así sea.
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